viernes, 10 de noviembre de 2006

Registro de equipaje

Registran en Miami el equipaje del Príncipe y de Letizia entre las protestas de sus escoltas
Volvían de las Bahamas y se olvidaron de advertir de su tránsito en el plazo requerido
CARLOS FRESNEDA. CorresponsalNUEVA YORK.- Los agentes de seguridad norteamericanos obligaron al Príncipe y a su prometida, Letizia Ortiz, a abrir sus maletas a su paso por el aeropuerto de Miami, entre las quejas de su séquito por la «humillación» o el «insulto» al recibir el mismo tratamiento que cualquier otro pasajero de Iberia. Según The Miami Herald, el incidente provocó «un ataque de cólera real».

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Un enfado culminado por los comentarios de uno de los miembros de la delegación que espetó a los agentes: «¡Nosotros somos sus aliados!».
El incidente ocurrió en la noche del Jueves Santo, cuando Felipe de Borbón y Letizia Ortiz tocaron tierra en Miami en un avión privado que les traía de las Bahamas, acompañados por cuatro guardaespaldas. El Príncipe y su novia llegaron a las 17.00 horas al aeropuerto internacional con la intención de embarcar en el vuelo de Iberia Miami-Madrid tres horas más tarde.
Ante la sorpresa todos, la comitiva del Príncipe fue «retenida» antes de embarcar para pasar por el espinoso trance de apertura de las maletas, en cumplimiento de las draconianas normas de seguridad en vigor tras los atentados del 11-S.
El Príncipe, que ha visitado EEUU en repetidas ocasiones desde entonces, no debería haber pasado por semejante trance, pero los agentes fueron terminantes: aquí no pasa nadie sin inspeccionar sus maletas si no va acompañado de un escolta del Departamento de Estado o de los servicios secretos.
Al parecer, la comitiva del Príncipe no informó de su llegada con la antelación que requieren las leyes norteamericanas -72 horas, como mínimo- para gozar del trato preferencial.
Tras un primer intercambio verbal en los pasillos del aeropuerto, la comitiva fue acompañada al salón VIP de American Airlines, donde tres agentes y dos supervisores, avezados en el trato con pasajeros «muy importantes», procedieron a la inspección del equipaje del Príncipe Felipe y de Letizia Ortiz.
El mal trago no quedó ahí. Según relata Luisa Yánez en el Miami Herald, Letizia Ortiz decidió ir al baño después de la inspección.Al regresar junto al Príncipe, los agentes la obligaron a abrir de nuevo su bolso para comprobar lo que había dentro. El incidente provocó al parecer un nuevo y acalorado intercambio de palabras.Al final, el vuelo de Iberia salió con retraso debido al «incidente real».
De acuerdo con testigos presenciales, citados por el Miami Herald, el máximo responsable de Iberia en el aeropuerto, Milton Oribe intentó mediar en la polémica y, ante la intransigencia de las autoridades, amenazó con cancelar los vuelos de Iberia hacia Miami (este periódico no pudo confirmar ayer este extremo).
La noticia, eso sí, llegó a oídos del alcalde de Miami-Dade, Alex Penelas, que criticó lo ocurrido como «un lamentable incidente» y escribió sobre la marcha dos cartas de disculpa, dirigidas a la Casa Real y al cónsul español en Miami, Javier Vallaure.
«Los hechos que he conocido hasta ahora indican una aparente falta de consideración al protocolo y al tratamiento que se merecen su Alteza y su delegación», se excusó Penelas. «Me he dirigido a las autoridades de nuestro condado para que lleven a cabo una investigación de lo ocurrido».
La Administración de Transporte de Miami, por boca de su portavoz Lauren Stover, insiste sin embargo en que los agentes no hicieron más que cumplir con la ley. «El Príncipe y sus guardaespaldas estimaban que no se les debía registrar», sostiene Stover, «pero si no tenían escolta del Departamento de Seguridad o de los servicios secretos, estábamos obligados a hacerlo».
«Si algo le hubiera ocurrido en ese vuelo al Príncipe o a alguno de los pasajeros, y nosotros hubiéramos decidido relajar nuestra vigilancia y control, habría sido un fallo catastrófico por nuestra parte», añadió la portavoz de la Administración de Transporte en Miami.
Pese a recibir las disculpas oficiales, fuentes del consulado español en Miami declararon al periódico local: «No consideramos que éste sea el modo apropiado de tratar a nuestro futuro Rey; ha sido claramente una violación del protocolo». Ni el consulado español en Miami ni la embajada en Washington respondieron ayer oficialmente a lo ocurrido ni anunciaron si estudian presentar algún tipo de reclamación ante el Departamento de Estado.
La Casa Real, por su parte, ha preferido restarle importancia al contratiempo. En declaraciones a la agencia Efe, un portavoz anunció ayer que «la Casa Real no da importancia al pequeño retraso sufrido por el Príncipe en el aeropuerto de Miami debido al incremento de las normas de seguridad tras el 11-S».
El Príncipe Felipe y Letizia Ortiz volaron desde Miami el jueves precisamente para poder llegar el viernes a Mallorca, con tiempo para preparar su asistencia a la misa de homenaje a las víctimas del 11-M que hoy se celebrará en la catedral de Palma, cuando se cumple un mes exacto de la tragedia.

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